Visitar el Archipiélago de Cabrera significa, entre otras muchas cosas, visitar el impresionante Faro de n'Enciola. En 1864 Emili Pou redactó el proyecto del faro de Cabrera. En 1868 terminaron su construcción, pero no fue hasta 1870, cuando llego la óptica, que entró en funcionamiento.
El faro de Cabrera tiene una superficie de 360 m2 sobre planta cuadrada y está construido con piedra de Santanyí. Tanto la tipología del edificio como la distribución del espacio interior son como las del faro de Formentor, al noroeste de Mallorca, también proyectado por Emili Pou.
En 1967 lo reformaron, lo pintaron de rojo y blanco –colores que luce en la actualidad– y le cambiaron la linterna. En 1971, el faro se automatizó y se prescindió de los fareros que hasta entonces lo guardaban.